Tras las múltiples discusiones, quejas y manifestaciones sobre el tema del aborto, nuestra querida iglesia coitólica y apostólica nos vuelve a deleitar con sus medievales ideas. Esta vez, salidas de la boca del cerdo, quiero decir, arzobispo de Granada. Mis respetos a los gorrinos. Las palabras proferidas por esta aberración puede ser leídas en el siguiente link:
Homilía del arzobispo de Granada
Sugiero que la lectura se realice cerca de un inodoro donde vomitar a gusto. Respirad hondo, tened paciencia, pues el texto es largo y aburrido, y, si es posible, preparad unas tilas y manzanillas para reposar el ánimo y el estómago.
Para aquellos que no quieran o no se atrevan, por las razones que sean, a leer la homilía al completo, les resumiré los puntos más importantes del texto , que han hecho surgir toda una oleada de protestas contra este ¿hombre?. Ahí van:
1. Se promulga una ley que pone a miles de profesionales (médicos, enfermeras,…) -sobre todo a ellos- en situaciones muy similares a las que tuvieron que afrontar los médicos o los soldados bajo el régimen de Hitler o de Stalin, o en cualquiera de las dictaduras que existieron en el s.XX y que realmente establecieron la legalidad de otros crímenes, menos repugnantes que el del aborto.
Si un médico o enfermera tiene unas convicciones morales tan fuertes como para no poder llevar a cabo un aborto, puede escoger entre cualquiera de las especialidades que no tocan este tema, como podrían ser cardiología, nefrología, digestivo, etc. Cabe decir que, dado que en español el masculino plural se usa como plural genérico, exceptuando casos como tener una clase de 20 alumnas y 2 alumnos, debería decir enfermeros y no enfermeras.
2. Hubo en la Edad Media -en esa preciosa Edad Media que nadie se atreve a recordar porque tampoco es políticamente correcto- una orden militar cristiana donde los caballeros hacían el juramento de no combatir nunca con menos de dos enemigos a la vez, porque para un caballero cristiano era indigno combatir de igual a igual con quien no era cristiano. El mundo puede llamarlo estupidez. Yo le llamo valor.
No sé de dónde sacar este hombre la idea de que recordar la Edad Media no es políticamente correcto. Más sorprendente aún me parece el hecho de calificarla como “preciosa”. Claro está, hablamos de un alto cargo de la Iglesia. Es normal que añore tiempos mejores, para ellos, donde nadie les cuestionaba y quien lo hacía era reducido a cenizas.
Estas añorantes declaraciones se continúan con las mostradas a continuación:
3. Pero matar a un niño indefenso, ¡y que lo haga su propia madre! Eso le da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella, y se la traga como si fuera un derecho: el derecho a vivir toda la vida apesadumbrada por un crimen que siempre deja huellas en la conciencia y para el que ni los médicos ni los psiquiatras ni todas las técnicas conocen el remedio.
Este podría ser; de hecho, es, el punto culmen de la homilía, pues supone, a todas luces, una apología a la violencia. Es un escupitajo, un vapuleo, no sólo contra mi sexo y mi persona, sino contra todos: a mí, a nosotras, nos reducen a la escoria de un objeto y a ellos, al grado de animales irracionales.
La respuesta, el rechazo de la sociedad a estas declaraciones no se ha hecho esperar y se ha materializado en forma de grupo Facebook . Pudiera esto parecer en un principio no más que un grupo-perreta; sin embargo, desde su blog, Esteban Mucientes nos recuerda que algo similar ocurrió con ciertas declaraciones de De Cospedal y, al final, la voz clamante se hizo escuchar. Hagamos que esta voz también se escuche y que el cerdo Arzobispo de Granada comparezca pronto frente a los tribunales.
Más información al respecto, y porque parece que lo de este hombre es crónico y/o lo colecciona, aquí:
Javier Martínez Fernández, arzobispo de Granada: “Si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella”
Resistencia contra la licencia del Arzobispo para abusar de la mujer
"Que la justicia actúe contra el Arzobispo de Granada"
Un arzobispo veterano en pleitos judiciales
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