-No puedes ganar una partida de ajedrez solo con los peones, pero tampoco puedes ganarla sin ellos
-No entiendo, ¿a qué te refieres?
-Imagínate un ejército, los peones son los soldados de a pie. Hacen que tu ejército sea más grande, amedrentan al enemigo y lo diezman, facilitando el trabajo de lo que verdaderamente compone el ejército
- ¿Lo que verdaderamente compone el ejército? Sigo sin comprender a dónde quieres llegar
-Escucha. Los peones son una parte del ejército prescindible y a la par imprescindible. Forman parte y a la vez no forman parte.
- Pero eso es una antítesis
- Exacto. Volvamos al tablero de ajedrez, los peones son prescindibles, los sacrificas sin miramientos para conseguir la victoria. Sin embargo, te lo pensarás dos veces antes de sacrificar a un caballo o un alfil.
-¿Estás insinuando que la vida de un peón vale menos que la de un caballo?
-No, no estoy diciendo eso. Déjame continuar
-De acuerdo
-Bien, como te decía los peones son prescindibles, pero también son imprescindibles. ¿Te imaginas empezar una partida de ajedrez sin peones mientras que tu contrincante tenga todas sus fichas en el tablero? Imagina de nuevo el ejército para entenderlo mejor
-Sí, eso lo entiendo. Pero vuelvo a preguntarte lo mismo de antes ¿acaso la vida de un peón, vale menos que la de un caballo, un alfil, o cualquier otra pieza?
-¿Has jugado alguna vez al ajedrez?
-No
-Entonces no lo entenderás nunca.